BIOGRAFIA DE MICAELA BASTIDAS: RESUMEN

Biografía de Micaela Bastidas

Resumen

Micaela Bastidas Puyucahua, precursora y colaboradora del movimiento independentista de América Virreinal, nació en Tamburco (distrito de Abancay y provincia del departamento de Apurimac), el 23 de junio de 1774. Su madre era Josefa Puyucahua y su padre Manuel Bastidas (descendiente africano). Su educación fue muy básica, producto de la época, con conceptos elementales sobre letras y artes. A los 15 años se casó con Túpac Amaru II (José Gabriel Condorcanqui), ambos tuvieron tres hijos (Hipólito, Mariano y Fernando).

Micaela Bastidas fue una gran estratega política, militar y administrativa de la rebelión, participó activamente en el levantamiento y revolución que lideró su esposo Túpac Amaru II, en contra de los españoles por los innumerables abusos que sufrían sus compatriotas indios, mestizos, negros y criollos. Fue la principal consejera y guía  de su esposo. Apoyo su ideología y colaboró en todas las campañas que realizaba su esposo escribiendo e informando de los movimientos que realizaban los realistas en el cuzco, y también mandando armas, ropas, dinero y víveres a las tropas rebeldes. Organizó a todas las mujeres de los diferentes pueblos para que se preparen y apoyen en la causa revolucionaria.

Le aconsejó a su esposo que tomara el Cuzco primero, pero él no le hizo caso. Túpac se fue a Puno y después de varios enfrentamientos decidió escuchar el consejo de su esposa. Decidió Tomarla esta vez, pero fue tarde su reacción, pues la ciudad del Cuzco ya había sido reforzada con miles de soldados realistas. En las cercanías del Cuzco, cerca a Checacupe, las tropas españolas emboscaron a los rebeldes, capturando y apresando a su esposo y a sus seguidores. 

Micaela Bastidas fue capturada y sentenciada a muerte, primero fue llevada a la plaza de armas del Cuzco, para presenciar junto a su esposo la muerte de sus familiares y de sus hijos mayores. El 18 de mayo de 1781 esta heroína, luchadora y valiente mujer fue degollada, golpeada brutalmente hasta morir y descuartizada. Sus restos fueron repartidos por los demás pueblos como signo de amenaza.