30/4/13
RESUMEN DE LA VIDA DE SANTA ROSA DE LIMA
Retrato de Santa Rosa de Lima. Dibujo: JT. |
Resumen de la vida de Santa Rosa de Lima
Santa Rosa de Lima, Rosa de Santa María, (primera Santa peruana de América) cuyo nombre verdadero fue Isabel Flores de Oliva. Nació en Lima (Virreinato del Perú), el 30 de abril de 1586. Hija de Don Gaspar Flores (arcabucero español nacido en Puerto Rico) y de doña María de Oliva y Herrera (costurera criolla limeña), fue la 4ta de los 13 hijos que tuvo el matrimonio Flores Oliva.
A la edad de 10 años, Isabel Flores y su familia de trasladaron al pueblo de Quives (sierra de Lima en el valle del Río Chillón), donde su padre tenía como empleo, ser administrador de un obraje minero. Es ahí donde recibe la confirmación por el Santo Toribio de Mogrovejo (Arsobispo de Lima). Estando en Quives, Rosa o Isabel, vio el sufrimiento de sus hermanos indígenas y su sensibilidad hizo que cambiara su forma de pensar hacia el mundo así como ver la manera como poder ayudarlos.
De regreso en Lima, y debido a las precarias económicas que la familia afrontaba, trabajó ayudando en los huertos y bordando tejidos. A los 20 años, ingresa al Convento de Santo Domingo como terciaria. Aparte de ayudar económicamente a la familia, solía orar y cantar con mucha devoción alabanzas a Cristo, a su vez visitaba a los enfermemos en los hospitales. En su casa de Lima, y con la ayuda de su hermano Hernando, construyó una Ermita, que servía para sus plegaria, y para ayudara a los indígenas, negros y enfermos necesitados que acudían a ella.
Pasó sus últimos años en la casa de don Gonzalo de la Maza (bienhechor y confidente), y debido a sus dolencias físicas, Santa Rosa de Lima muere el 24 de agosto de 1617, cuando apenas tenía 31 años de edad. Sus restos descansan en la Iglesia de Santo Domingo.
El papa Clemente X la canonizó el 12 de abril de 1671, llamándola Santa rosa de Santa María, Patrona del Muevo mundo (las Américas), de las Islas Filipinas e Indias Occidentales.
A la edad de 10 años, Isabel Flores y su familia de trasladaron al pueblo de Quives (sierra de Lima en el valle del Río Chillón), donde su padre tenía como empleo, ser administrador de un obraje minero. Es ahí donde recibe la confirmación por el Santo Toribio de Mogrovejo (Arsobispo de Lima). Estando en Quives, Rosa o Isabel, vio el sufrimiento de sus hermanos indígenas y su sensibilidad hizo que cambiara su forma de pensar hacia el mundo así como ver la manera como poder ayudarlos.
De regreso en Lima, y debido a las precarias económicas que la familia afrontaba, trabajó ayudando en los huertos y bordando tejidos. A los 20 años, ingresa al Convento de Santo Domingo como terciaria. Aparte de ayudar económicamente a la familia, solía orar y cantar con mucha devoción alabanzas a Cristo, a su vez visitaba a los enfermemos en los hospitales. En su casa de Lima, y con la ayuda de su hermano Hernando, construyó una Ermita, que servía para sus plegaria, y para ayudara a los indígenas, negros y enfermos necesitados que acudían a ella.
Pasó sus últimos años en la casa de don Gonzalo de la Maza (bienhechor y confidente), y debido a sus dolencias físicas, Santa Rosa de Lima muere el 24 de agosto de 1617, cuando apenas tenía 31 años de edad. Sus restos descansan en la Iglesia de Santo Domingo.
El papa Clemente X la canonizó el 12 de abril de 1671, llamándola Santa rosa de Santa María, Patrona del Muevo mundo (las Américas), de las Islas Filipinas e Indias Occidentales.
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